"No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige."

Arthur Schopenhauer.




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jueves, 18 de marzo de 2010

EL FUJIMORISMO COMO ALIENACION Y EL PERU NUEVAMENTE COMO POSIBILIDAD DE SER REPUBLIQUETA FUJIMORISTA

Que el Fujimorismo este asociado consustancialmente a la corrupción parece no importar mucho a los peruanos, o por lo menos a una minoría significativa, por ello voy dejar de opinar sólo un poco de esa característica del Fujimorismo; aunque es un ejercicio mental casi imposible. Por ello me propongo deliberadamente el objetivo de exacerbar el sentido racial del peruano que lee éste artículo.

Que el Fujimorismo siga presente en la escena política significa que los ciclos de crisis en nuestra sociedad peruana son prolongados, agudos, y por ello aún el Fujimorismo no se ha extinguido. El Fujimorismo representa la mutación, grave alteración y negación de nuestra conciencia nacional, de los rasgos de nuestra colectividad; es el fruto del peor trastorno de los procesos políticos en toda la historia del Perú, es la expresión más deteriorada del sentimiento de nuestra propia identidad, seria un factor perpetuo de enajenación si es que Fujimori no moriría nunca, es la escasez de lo necesario para subsistir como nación, es el peor destemple de la historia del Perú, es el tránsito a la peor degradación sin siquiera pasar por etapas intermedias. Las calificaciones ya están hechas. Ahora toca decir ¿porque?

En primer lugar porque entre los rasgos del rostro de los Fujimori y el de los 99.9% de peruanos y talvez más, no existe ninguna correspondencia. Me explico. Si alguien vio a Alberto Fujimori como presidente o viera a Keiko Fujimori como presidenta del Perú por la TV en un país lejano, fuera de los confines de nuestro continente, cualquier ciudadano de ese lejano país que apenas tiene referencia del Perú pensó o pensaría que el Perú limita con Japón, Vietnam o China; a esa circunstancia Yo lo llamo la alienación de la nación peruana por el Fujimorismo. Allí está la explicación porque Fujimori niega, cuando le conviene, ser peruano.

En segundo lugar porque si Yo me fijo en las características de los rostros de los presidentes de China, Japón, Vietnam del Sur o del Norte, ninguno tiene el apellido de Mamani, ni Pérez, ni Ríos; tampoco sus rostros se parecen a los paisanos de Pizango, o a mis paisanos Chiquianos. Los japoneses tienen como emperador a un Japonés, los Alemanes tienen como canciller a un Alemán, en Estados Unidos tiene como presidente a una Afroamericano (que son millones por cierto), los rusos son gobernados por los rusos, los sudafricanos tienen como gobernante a un sudafricano; uno puede inferir por el apellido del gobernante, por el color de su piel y la forma de su rostro a que país gobiernan.

En tercer lugar, porque Fujimori (padre) inutilizó los genitales de decenas de miles de peruanos haciéndolos para siempre no aptos para reproducirse. ¿Selección racial? Todos los deseos del estado fujimorista estuvieron dirigidos a ligar las trompas de muchas peruanas y a inutilizar los genitales de miles de peruanos con las llamadas vasectomías (técnicas radicales de control de natalidad); las metas de Fujimori (padre) sin duda eran que nuestros médicos arrojen la mayor cantidad de resultados; es decir nuestros médicos debían castrar la mayor cantidad de peruanos. No es acaso legítimo preguntarse ¿por que Fujimori no mando a inutilizar los genitales de sus hijos, de Keiko de Kenyi por ejemplo? No los hizo porque el sentido racial de Fujimori le hacia creer que el grupo étnico al que él y sus hijos pertenecen son superiores al nuestro ¡No puede ver otra explicación! No hay duda que seguimos teniendo la amenaza de una tercera generación de los Fujimoris, pero como se puede observar los Fujimoris siguen propagándose sin mezclarse con un solo peruano. Recordemos que Keiko tiene como marido a un americano y Sachi a un alemán, toca averiguar si el perro de Kenyi es peruano.

En cuarto lugar; volvemos referirnos a lo consustancial del Fujimorismo: la corrupción; porque el 99.9999%, excepto los Fujimori nos hemos educado con nuestro dinero, el 99.999% de peruanos encenderíamos de color nuestro rostro de vergüenza si nos hacen denotar que hemos sido educados con dinero robado. Pero la vergüenza no es un sentimiento consustancial a uno (y a todos) de los Fujimori basta ver y observar el comportamiento de Keiko una mujer definitivamente desprovista de sentido moral.

Nadie (incluso con un juicio precario) podría pensar que un peruano o su descendiente podrían gobernar al Japón. ¿Entonces porque sí los peruanos debemos seguir eligiendo a un japonés o su descendiente como presidente? Esa desigualdad debería resentirnos y ofendernos y debería nivelar nuestro entendimiento y discernimiento con el de los japoneses o africanos y dotarnos de capacidad para estimarnos como lo hacen casi todas las naciones del mundo.